Para los chicos, es ella la que lleva los pantalones en casa. Es a quien hay que pedirle los permisos, la que pone los límites y a la que hay que rendirle cuentas por las macanas que se mandan.
Según un sondeo de opinión de la consultora cordobesa Delfos, el 54% de los chicos reconoce que la más obedecida en el hogar es la mámá, lejos, con un 29% quedó el papá y el 17% restante contestó que le hace más caso a los abuelos.
"Esos resultados muestran que la clásica amenaza ?portate bien, que si no cuando llegue tu papá le voy a contar? es un mito en la mitad de los hogares", comenta Santiago Gómez, de la consultora. El sondeo también mostró que la situación no se modifica demasiado según la edad de los que respondieron, la tendencia es la misma: en casa la mamá manda.
"Reconozco que mi mujer es la que pone los límites en casa, yo soy como un títere", bromea Juan Cruz Montes, papá de dos varones. "En mi casa manda mi papá, pero primero le pregunta a mi mamá", reconoce la adolescente Paula Ramiro. "Creo que ahora las cosas son más compartidas, los varones colaboran en las tareas domésticas y nosotras en la parte económica. Eso hace que la mujer tenga mayor decisión en todo dentro del hogar", reflexiona Marcela Montini, mamá de tres hijos.
¿Cuáles son las razones?, ¿será que los varones han adoptado una posición cómoda frente a la crianza de los hijos?, ¿se habrán cansado de jugar el papel de malos y ahora prefieren consentirlos?
"Considero que los varones, poco a poco, han ido cediendo lugares de poder, incluso dentro de la casa. Tradicionalmente, se reconocía que el padre era la ley, el que daba las órdenes y se lo obedecía, tanto que las mujeres decían ?mirá que le digo a tu papá?. Hoy eso ya casi no sucede", reflexiona la psicóloga Graciela Chamut.
Pero esta situación no se da sólo dentro de la casa - según la especialista- los hombres han ido perdiendo terreno en otras áreas que las mujeres supieron aprovechar y destacarse como el trabajo y la formación académica. Esto no significa ahora la mujer no se vea por momentos superada y estresada porque se ha transformado en mujer full time.
Esta situación -que no es tan nueva- ha generado que la figura del varón se vea un tanto desdibujada. "Los chicos lo dicen de otra manera ?el papá está pintado?", agrega Chamut.
La encuesta también confirma el protagonismo de los abuelos (reinan en dos de cada 10 familias), esto va asociado a los hogares en los que ambos progenitores trabajan todo el día o en los que sólo cuentan con uno de los padres.
"La generación actual de padres jóvenes tiene mucha culpa por no poder compartir más tiempo con los hijos, culpa que tratan de borrar con dinero, pero por supuesto, eso no es suficiente", analiza la psicóloga. El chico crece con el último celular, con la pc con Wifi en su dormitorio, con caprichos y objetos que no necesita o que le compran porque creen que lo hará más feliz.
A la larga, los chicos crecerán sintiendo un vacío afectivo que los padres no pudieron llenar. Se fue perdiendo el valor del juego, del enseñar, del dialogar... esto también repercute en la pareja, porque se produce una alteración en los roles. "Puede sonar duro pero los chicos, frente a este panorama, son como huérfanos con padres vivos", añade Chamut.
En esta pérdida de los roles tradicionales de la familia, la maduración de los hijos se pone en riesgo. "Al final, lo que más se ve es el eterno adolescente que vive con los padres, que no tiene ingresos fijos, o adultos que llevan una vida marital sin compromiso o que tienen hijos pero no se hacen cargo", finaliza la psicóloga.